miércoles, 7 de mayo de 2008

EL TRIGO LIMPIO

Aquí no hay trigo limpio, o como los catalanes dicen, no n´hi ha un pam de net. Son frases que expresan el desencanto y la desconfianza que, en bastantes ocasiones, provocan algunas cosas de la vida, especialmente la política. Suelen ser la antesala del pasotismo ciudadano, del desentendimiento respecto a una clase en la que no se acaba de confiar y que en no pocos países ha acabado abonando la tierra para el descrédito final de la democracia y la aparición de peligrosos mesías que irradian la fe ciega entre las multitudes. Quede tranquilo el lector porque no es este nuestro caso.

Si. Hablo de la corrupción y sus hermanas mayores y menores. De la tiniebla de los grandes intereses que se esconden tras las iniciativas políticas, de los Padrinos de carne y hueso, que nada tienen que ver con Brando y de Niro, y que no tienen signos distintivos porque su fuerza radica, precisamente, en confundirse con la gente corriente.

Pero no descubro nada porque la intriga ya corría a sus anchas entre los clásicos griegos, romanos, en la Edad Media y en los conciliábulos palaciegos y vaticanos de los Borgia. Puede que todos aquellos escenarios, aunque más novelescos, sean el origen de la corrupción, del trigo que no es limpio, del no n´hi un pam de net y bien podrían considerarse como semilla de la corrupción moderna.

Hay noticias que hacen pensar, como la que está a pie de este párrafo. Apareció en la prensa del martes. “El País” publicaba: Los donativos a Unió cayeron un 95% tras perder CiU la Generalitat.

Los castizos suelen decir, para ilustrar la dimensión de algo sorprendente, que “El asunto tiene bemoles” y lo cierto es que lo de la caída vertiginosa de las donaciones a Unió los tiene. Y no tanto por la formación política y sus mecanismos internos de financiación, que ya han hecho correr muchas líneas periodísticas, sino por los paganos, los que han ido poniendo en el cepillo de los democristianos catalanes sus voluntarias donaciones y cuando ha llegado un cordobés socialista a la Generalitat se les han pasado súbitamente los arrebatos de generosidad hacia el partido que fundó Carrasco y Formiguera y que mantiene vivo el batallador Duran i Lleida.

¿Se lo habrán guardado para pagar algún agujero o habrán tomado otra dirección ideológica ahora más conveniente por el cambio de escenario político en Cataluña?.

Recuerdo que cuando el Duque de Suárez y los cuatro o cinco incondicionales que aún seguían creyendo en que el CDS era una opción de futuro y tuvo que liquidar como pudo el invento que se sacó de la manga, comenzó a hablarse de la necesidad de regular legalmente la financiación de los partidos políticos.

Hasta hoy…casi treinta años y la asignatura sigue en las telarañas de la vida parlamentaria. En la oposición o en el Gobierno, lo cierto es que nadie quiere meterle mano al asunto y sus razones de peso deben de tener todos para justificar esa llana quietud.

Pero esos males crónicos también sirven para hacer un buen reportaje o para abrir un informativo un día de sequía informativa. Anoche, Iñaki Gabilondo se rasgaba trágicamente las vestiduras ante las cámaras de la Cuatro para dar color a la noticia de que el Consejo General del Poder Judicial calculaba en 280.000 las sentencias penales pendientes de ejecutar.

Como si fuera algo nuevo, o como si nadie estuviera enterado de que la Justicia es el gran tema pendiente de una administración que será electrónica por ley –por bemoles- ya que las pasadas Cortes así lo decidieron en votación solemne, al tiempo que los legajos crecían y crecían en los pasillos de los juzgados españoles, esperando que llegara la Sociedad de la Información para solucionar su desespero.

Recuerdo un artículo de este mismo blog: "La modernidad" en el que me preguntaba por el mantenimiento de las viejas maneras de la justicia en los tiempos modernos.

Gabilondo dijo, sin embargo, algo potente. Se ciscó en Suárez, en González, en Aznar y en Zapatero –Calvo Sotelo aún estaba reciente- y se preguntó sobre la vergüenza de todos ellos en esta escandalosa situación.

Pero hay más aquí y afuera. Las Haciendas Locales, nuestros ayuntamientos, son con frecuencia noticia escandalosa. Alcaldes esposados, responsables de urbanismo en la prensa rosa, cientos de apartamentos que, de la noche a la mañana, escandalizan a un país entero diciendo que hay que acabar con todo esto pero que tres días más tarde tienen la memoria “ram” demasiado cargada de emociones como para hacer un repaso a los temas pendientes.

Ahí está la madre de todas las batallas. Tenemos una Agencia Tributaria cuyo aliento sentimos en nuestro cuello y no hay fecha para un equivalente en la justicia y en el urbanismo gobernado bien en general pero en el que, a través de las urnas, se cuelan los chorizos.

Pero para consolarnos tenemos a Europa, en donde también cuecen habas y que, como bien explica ese gran periodista catalán, Andreu Missé, el lobbismo , me refiero a esos despachos de presión a los políticos del Parlamento y las comisarías europeas, puede tener unas fronteras cada vez más estrictas. Se verá esta semana si la transparencia, si no española, puede ser al menos europea.

Reportaje de Missé: "Que se sepa quien mueve los hilos"

Hay mucha falta de responsabilidad, mucha inocencia y mucha picaresca en la vida política. Es igual quien mande, siempre están ahí, se cuelan. Missé lo explica gráficamente y dice que el primer objetivo del lobbysta es la anticipación, actuar siempre antes de que la Comisión Europea, a quien corresponde legislar, haya tomado alguna decisión.

Aquí, en España, somos menos sofisticados, vamos más al grano o simplemente nos desentendemos.

Javier Zuloaga