miércoles, 20 de mayo de 2020

NOTA DE PRENSA DE CALIGRAMA SOBRE LA NUEVA NOVELA

El bilbaíno Javier Zuloaga reflexiona sobre las libertades, las miserias y las injusticias en su novela Los palos que da la vida

 

El periodista y escritor indaga también en la interpretación del éxito social y económico y en los peligros de no saber afrontarlo.

La editorial Caligrama publica Los palos que da la vida, la historia de Juan García, un hombre normal impulsado por la inercia social que generan las ciudades caóticas, que se ve arrastrado por el éxito al ser nombrado directivo en un banco de Madrid. Comenzará entonces una sucesión de cambios imparables que le harán ver que vivía en una ilusoria serenidad emocional. La trama levanta un espejo delante de los lectores y les pregunta qué quieren hacer con sus vidas. «Cuando acabé de escribir sobre lo que le ocurre a Juan García pensé que un buen titular sería el que da nombre al libro, porque seguramente esa frase pasó por su cabeza cuando las cosas se le torcieron», dice el autor.

Javier Zuloaga es periodista. Cuando estudiaba en la universidad, la Sociedad de la Información sonaba a ciencia ficción, pero hoy es una realidad que mueve las comunicaciones diarias entre los ciudadanos del mundo. El autor reflexiona en su libro sobre las redes sociales y la velocidad con la que todo cambia a su alrededor, o alrededor del protagonista: los barrios cambian, la gente se relaciona menos debido a la digitalización de lo cotidiano, y entonces las falsas apariencias juegan un papel importante y preocupante. El protagonista de la novela es un antihéroe del que todos se aprovechan, pero no es el único, porque es una víctima más del sistema de los gobiernos.
En una entrevista concedida a Caligrama, el autor habla de los paralelismos de la obra con la crisis mundial actual:
P. El título de la novela es contundente y refleja lo que le pasa a su protagonista. Es curioso que Los palos que da la vida salga a la luz a la vez que se da en el mundo una de las situaciones más inciertas y traumáticas de la historia.
R. Lo he pensado en más de una ocasión. El libro ya estaba impreso cuando estalló la pandemia, pero, aunque no hubiera sido así, creo que no hubiera optado por cambiar el título. Se trata, al fin y al cabo, en cualquier caso, de una opción que refleja lo que el lector leerá más adelante.
Lo que sí ha provocado esa coincidencia es una reflexión sobre lo que estamos viendo y lo que aún nos queda por ver. La verdad es que hay algo que me preocupa especialmente: lo que leemos en los diarios y vemos en televisión es un mal asunto, no solo en lo sanitario sino también en lo sociológico. Creo que están en juego nuestras libertades y que vivimos en un campo abonado para los peores populismos. Piénselo: vivimos en un estado de vigilancia y puede ser que volver a vivir con normalidad no sea ya lo mismo. Incluso desde el Gobierno español se ha acuñado el término «nueva normalidad» como algo novedoso, y casi casi todo el mundo lo ha comprado, pero a mí me inquieta, me quita el sueño.....
  

CALIGRAMA ENTREVISTA A JAVIER ZULOAGA

Eres periodista y posees un enorme bagaje de escritura en prensa, pero ¿cuándo tomaste conciencia de tu vocación literaria?
He ejercido el periodismo en diarios, agencias de prensa, radio, televisión…Creo que en muchas ocasiones pensé que aquella noticia hubiera sido mucho más atractiva si el final hubiera sido diferente o los protagonistas hubieran actuado de otra manera. Nos ha pasado a todos los periodistas y algunos hemos decidido convertir aquella reflexión en una novela. Es mágico.....

lunes, 18 de mayo de 2020

Europa Press: Zuloaga aborda el papel de las falsas revoluciones en su quinta novela, 'Los palos que da la vida'

 


   MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

   Javier Zuloaga ha publicado su quinta novela, 'Los palos que da la vida' (Colección Talento- CALIGRAMA), que gira en torno a las falsas revoluciones y el oportunismo de aquellos que medran sobre las miserias y sacan provecho de las injusticias.

   Esta novela de ficción, que tiene formato de relato en primera persona, vuelve a contar con el personaje de Juan García como antihéroe a quién el autor describe como "un ingenuo que decide contar en su libro, 'Los palos que da la vida' qué es lo que le ha pasado" y que se sumerge de nuevo en el mundo de los antisitema, las tribus urbanas y los okupas, viajando por Madrid (su ciudad natal), así como Buenos Aires, las Azores y París.

   Como explica Zuloaga, este libro "es una novela distinta", en la que ha tratado de "encontrar ese difícil equilibrio de narrativa íntima y no caer un estilo coloquial que resulte finalmente poco literario", de la mano de un personaje que abre los ojos y aprende "lo que pasa cuando se vive sin hacerlo". "En esta historia Juan descubre lo implacable que es a veces la soberbia de aquellos frente a los que no te muestras sumiso", añade el autor.

   Esta es la tercera de sus cinco novelas en las que el populismo vuelve a tener un protagonismo especial pues, como recuerda Zuloaga, en la segunda, 'La Isla de los Rebeldes', un veterano profesor de humanidades y un periodista inconformista protagonizaban una historia en la que los intereses petrolíferos aparecían como grandes manipuladores de las emociones rebeldes de los habitantes de la isla del Caribe donde se desarrollaba la acción.

   En la tercera, 'Librería Libertad', una novela coral con trama, aparecía por primera vez Laia Santaulla, altoburguesa catalana que sueña con la revolución, personaje que vuelve a aparecer en 'Los palos que da la vida', donde se cruza con Juan García desde su mismo papel revolucionario, dentro de un movimiento social que tiene gran peso en el argumento.

   Preguntado por la coincidencia del título de la novela con la situación actual que se vive por la pandemia, Zuloaga ha recordado que "el libro ya estaba impreso cuando estalló la pandemia, pero aunque no hubiera sido así, creo que también hubiera optado por él porque es un reflejo válido de lo que ocurre en el argumento".

   "Antes que nada hemos de ser cívicos, solidarios, prudentes, pero al mismo tiempo debemos saber luchar no sólo contra el virus, sino también contra las manipulaciones. Y esto no es fácil porque vivimos instalados en un mundo en el que cuesta distinguir lo cierto de lo falso, donde no hay transparencia y sí demasiada confusión, no pocas veces malintencionada", alerta.

   "En algunos momentos creo que están en juego nuestras libertades. Ahora va a resultar que vivíamos en un mundo muy avanzado que estaba dejando atrás a quienes no estaban al corriente de los últimos avances. Todo era imparable, pero mire por donde era también sumamente frágil porque ha bastado un virus para frenarlo todo en seco o incluso para echarlo hacia atrás", concluye.