sábado, 15 de diciembre de 2018

MIRAR POR EL RETROVISOR



“Me gustaría viajar al futuro, como en la película y mirar por el retrovisor a la España de 2020…¡¡¡UFFF!!!!”.

Si, este ha sido uno de esos “whats” que te salen de lo más profundo  y que, hace ya un par de días, envié a algunos amigos y amigas con los que comparto preocupaciones en los últimos tiempos. Cuando lo escribí, me asaltaban la incertidumbre, la preocupación y no poca inquietud… si… y algo de angustia

Como a muchos catalanes y españoles que vivimos en Cataluña.

Si. Hubo quien me dijo que no me lo tomara tan dramáticamente, seguramente con razón y también quien me comprendió enviándome un emoticono expresivo. Así fue, con muy pocas palabras, telemáticamente, adaptándome desde mi móvil a estos nuevos tiempos de la sociedad de la información. Si, sin prosas largas, yendo al grano emocional. Por eso escribo estas líneas.

He leído mucho, ¿quién se escapa? –y escrito bastante- sobre lo que ya todos coinciden en llamar “conflicto catalán” porque puede que sea en este término, en lo del conflicto, en lo que casi todos coincidimos, aunque, según nuestras ideas, lo hagamos desde ópticas diferentes  y también opuestas…y a veces enfrentadas.

¿Y cómo salimos de esta?, me pregunto. Y miro a la historia y –es de cajón- que todo lo que está ocurriendo evolucionará hacia una dirección y que, si miramos al relato de lo pasado en nuestro país tiempo atrás, resultará muy probable que se vuelva a repetir aquello de vencedores y vencidos y que, cuando se de carpetazo a este problema, se siga escribiendo y viviendo la historia desde el rencor y la gloria. No, no somos un ejemplo de grandes concordias ni de concesiones generosas a quienes no piensan como tú.

Sí, hace casi un año y medio publiqué en este blog, “Vivir en la épica” https://javierzuloaga.blogspot.com/2017/07/cataluna-vivir-en-la-epica.html. Si tienen tiempo se lo recomiendo porque no es más que una reflexión acerca del protagonismo que las emociones y su acertado o malvado manejo, pueden llegar a tener en la vida y en la deriva social. 

Lo que pensaba en julio de 2017, lo sigo pensando ahora. De la misma manera que esa inquietud nacía en mi cuando escribí y publiqué “La Isla de los Rebeldes” (El Aleph 2009) https://www.planetadelibros.com/libro-la-isla-de-los-rebeldes/200739.

Vivimos en un panorama de desasosiego y de bastante desconcierto. Dentro de seis días, Barcelona volverá a abrir los informativos y  -el día siguiente- las portadas de los diarios, con relatos de difícil comprensión. Las calles, las autopistas, los nudos de comunicación estarán colapsados porque se habrán echado de nuevo a la calle grupos activistas de perfil expeditivo que no lo tendrán muy difícil, si no se lo ponen . 

Manifestaciones de algunas instituciones de la sociedad civil catalana –otras no esconden su preocupación- que una vez más demostrarán como se moviliza al independentismo…Todo mientras se produce, o no, una foto de familia entre el los presidentes del Gobierno y la Generalitat que no tendrá  mayor trascendencia que la testimonial… aunque a veces son los pequeños gestos los que consiguen hacer virar el timón de la vida pública.

Por eso me gustaría viajar en el tiempo y mirar por el retrovisor para ver que ocurre en 2020. Hoy no lo veo nada claro.

Javier ZULOAGA